La noche del viernes 24 de septiembre de 2010, seleccionamos un objetivo en uno de los barrios más lujosos de Barcelona, la Bonanova. La madrugada fue testigo de las llamas que devoraban un coche Mercedes de alta gama de algún rico explotador, en su propio lugar de vivienda y descanso.
Entendemos que dejar un coche de tal lujo en la calle, en el contexto actual de endurecimientos de las condiciones de vida, es una provocación en toda regla, y como tal no debe quedar sin respuesta. Incendiamos sus afrentas, pero también las ilusiones que nos han vendido, la aspiración a ser uno de ellos, a tener este y otros muchos bienes de lujo, a escalar más y más dentro de la pirámide social cueste lo que cueste y pisemos a quien pisemos.
Decididos a llevar la guerra a los ricos, a sus casas, a sus lugares de ocio y descanso; decididos a que sean ellos, los gestores de la miseria y la explotación los que paguen por las humillaciones que a diario reciben los que están bajo la bota de la dominación, decididos a que sea esta escoria la que pague la pretendida crisis de su podrido sistema, que no es más que una pantomima, un reajuste para seguir enriqueciéndose a costa de los demás, seguiremos sin descanso seleccionando objetivos en las entrañas, los domicilios, las propiedades de estos seres miserables y del miserable sistema que impulsan y sostienen. La noche del 24 fue un coche lujoso, otra noche puede ser otra cosa,… o persona.
Decididos a luchar hasta el final por acabar con el dominio y la explotación, le dedicamos esta acción, como modesto guiño cómplice a los anarquistas y anti-autoritarios encarcelados en Chile, 4 de ellos en huelga de hambre desde el mismo día 24, a los mapuche luchadores que en el mismo lugar sostienen un enfrentamiento a muerte contra el poder, muchos, desde los presidios de la democracia en forma de huelga de hambre también, y a todas aquellas, anarquistas o no, que no se rinden y que siguen luchando día a día contra la dominación y la miseria. Un abrazo solidario también a los compas encarcelados en Grecia que pronto serán juzgados, y a los compañeros presos y en huelga de hambre en Suiza. No os olvidamos.
Animamos también a que estas pequeñas incursiones en las zonas ricas de la ciudad se extiendan y multipliquen, y consigan llevar al menos una pequeña parte de la angustia que se vive a diario en los barrios pobres hasta sus bastiones de privilegio y vergonzosa tranquilidad. Que la rabia despierte de noche y vaya en busca de aquellos que la engendraron, llamando a sus puertas, una por una, sin descanso y sin miramientos, puesto que ellos ni los tienen ni los van a tener con nosotros.
Barcelona, otoño del 2010