10 hasta 29 septiembre 2010
Comienzo esta huelga de hambre colectiva, junto con los compañeros Luca Bernasconi, Costantino Ragusa y Marco Camenisch. Durante un período de veinte días. El contenido de esta huelga se expresa y se describe en su totalidad en nuestro escrito colectivo.
Esta iniciativa representa una importante y necesaria continuidad de lucha, para continuar el camino emprendido, a pesar de estos muros y estos barrotes que nos mantienen prisioneros, y como continuidad de la afinidad anarquista verde que nos une.
Para ser presentes en el movimiento revolucionario, en el movimiento de liberación animal y de la Tierra, como sujetos activos en luchas, aun estar en la cárcel. Esta huelga de hambre sobrepasa la fuerte censura, las lentitudes y las restricciones a la correspondencia que estamos padeciendo nosotrxs tres que estamos en prisión preventiva, derriba los muros de
aislamiento y nos une a todx lxs que estais fuera, todxs lxs que lucháis contra éste.
Para reafirmar la crítica fundamental contra el paradigma antropocéntrico, que va a las raíces de esta sociedad tecno-industrial y de cualquiera explotación. Raíces inherentes en el nacimiento de la civilización con el alejamiento y la separación del hombre y de la mujer del resto de la naturaleza y con la domesticación del mundo vegetal y animal.
Para reforzar la lucha contra cualquiera nocividad y el desarrollo científico-tecnológico que ve su culminación en las biotecnologías y las nanotecnologías. Detengamos el avance de la ingeniería genética y la entrada de los transgénicos (OGM) en Europa, antes de que sea demasiado tarde! Contra la devastación entera de ecosistemas naturales de sus biodiversidades, contra toda explotación y opresión sobre todos los seres
vivos y la Tierra.
Contra todo el sistema de dominación en todas sus manifestaciones.
Fríos barrotes de metal, cuerpos amontonados uno sobre el otro, ganchos de hierro que cuelgan del techo, descargas eléctricas a la cabeza, ganchos incrustados en la carne, garganta degollada, sangre que fluye, un cuerpo en pedazos …
Manos que agarran y bloquean las extremidades, agujas debajo de la piel, los electrodos en el cerebro, el líquido blanco en sus venas, el cuerpo inmovilizado, ojos cerrados, ardor, dolor, agonía lenta… Bisturís que cortan, descuartizan y diseccionan los cuerpos aún calientes … los cuerpos, sólo cuerpos en la negación absoluta de toda individualidad y sensibilidad.
Las crías intensivas, la experimentación animal… Contra cualquier jaula, por una liberación total.
Para aquellos latidos del corazón que se perciben en la garganta, cada vez más fuertes … para aquellos alientos rotos mientras se corre bajo las estrellas … Lejos un rayo atraviesa el silencio y la oscuridad de un cielo oscuro. Correr sin temor de encontrarse en el medio de la tormenta, apretando los puños contra el pecho, con los ojos en la luz de las estrellas y en el corazón las pasiones del fuego de la lucha que nunca dejará de quemar…
Silvia Guerini, la cárcel Biel / Suiza, septiembre 2010
traducción conjunta y extraído de: culmine.blogspot.com